miércoles, 17 de agosto de 2016

¡Fiesta de espuma!

¿A alguien se le ocurre algo más divertido que una fiesta de espuma? A mí tampoco (al menos hoy), así que de eso es de lo que voy a hablar, de lo más divertido del mundo mundial y del espacio sideral (hoy).

Ya de cachorrita descubrí que morder cojines era algo fantástico. Dejé de hacerlo pero estos días atrás volví a las andadas. ¿Y por qué? Pues porque me da la gana. Y punto. Es divertido y me apetece. Y porque me dejan sola. Y eso no me gusta. Y entonces hago lo que me viene en gana.

Fiesta de plumas de Nala



Y además mi amiga y compinche Nala me contó que recientemente destripó su cama. Me dijo que la abrió en canal, le sacó el relleno y lo espurreó por ahí. Me contó que sus humanos la habían dejado sola en casa y que se aburría, así que se montó su fiesta...  - - - - - - - - - - - - - - >

Mi primera fiesta de espuma




Yo ya había tenido mis fiestas de espuma anteriormente (véase foto de la izquierda), de las que no recuerdo haberle hablado a Nala ni a ningún otro miembro de la Perripandi. Y por alguna razón que desconozco también olvidé lo geniales que eran. Afortunadamente eso ya ha sido convenientemente remediado...








Unos días después de la proeza de Nala con su cama, salimos una mañana como cualquier otra a jugar al parque y ¡oh, sorpresa! ¡Nos encontramos un tesoro!

Era una preciosa, redonda, regordota y blandita pelota de gomaespuma verde. Y estaba allí tan solita, tan triste, tan desamparada y tan aburrida que decidimos adoptarla...


La pelota, feliz de que la encontrásemos y la adoptásemos, saltaba y reía dichosa. Nala y yo estábamos encantadas con nuestra nueva amiga adoptada y jugamos y correteamos mucho con ella...



Pero mucho mucho. Tanto que explotó de felicidad...


Nos dijo que la habíamos hecho tan feliz que no era necesario que nos la llevásemos a casa. Para ser perrunamente honesta, yo no lo comprendí entonces y tampoco ahora al recordarlo...
En fin, cosas de pelotas de gomaespuma verde. ¿Quién las entiende?


El caso es que tras la historia de Nala sobre su cama destripada y luego lo de la pelota, a mí me volvió el gusanillo y decidí que al día siguiente tendría mi propia fiesta de espuma, Una vez más. Dos veces  más. Y lo hice. ¡Vaya si lo hice! ¡Y no solo un día!


Creo que a mi humana, aunque aparente que le fastidia, en el fondo le divierte, porque me arregla los cojines y me los vuelve a poner mulliditos y cerrados y yo vuelvo a tener fiesta de espuma en el momento en el que encuentro el lugar por donde meter el diente, destripar y sacar toda esa maravillosa espuma y desparramarla por todas partes...

Definitivamente creo que es totalmente imposible que a mi humana todo este festival gomaespumoso no le parezca lo más genial del mundo mundial y del espacio sideral...


2 comentarios:

  1. Madre mía, Suki, cómo te gusta morderlo todo! Ni siquiera dejabas morder a tu amiga.

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  2. Buenas; soy la humana de Nala jijijijiji. Doy fe de esas andanzas perrunas y fiesta de la espuma. Les encanta jugar juntas y se lo pasan pipa. Que arte tiene la humana de suki ;)

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