La pandilla

Tengo una pandilla de amiguetes. Antes éramos todas amiguitas, pero hace poco se dio la inclusión del único perrete macho por ahora en La Patrulla Perruna, también conocida como La Perripandi.

La Perripandi original

Cuando logramos arrastrar a nuestros humanos hasta el parque a la hora convenida y nos encontramos es un jolgorio. Un corretear, un mordisquearnos patas, morros, orejas y rabos, un revolcarnos a veces por el césped, a veces en las esquinas donde se acumula toda la mierda y las hojas secas... ¡Pura diversión!

Ahora que menciono el césped, esa cosa es multiuso, igual nos sirve para correr y revolcarnos, que para descomer y desbeber, que para pastar en plan cabritas en el monte o vaquitas en el prado...

Ahora que lo pienso, tengo que convencer a mi humana para poder llevarnos una parcelita de eso a casa. Sería yo tan feliz...

La Perripandi crece

En fin, a lo que iba que me desvío, La Perripandi. En nuestro parque (porque le pese a quien le pese, es NUESTRO parque), La Perripandi nos dedicamos principalmente a jugar. Y a veces a traficar. Tenemos un par de refugios secretos en cada punta del parque, convenientemente camuflados en forma y aspecto de setos redondos. Además de nosotros, también los suelen frecuentar bandas de pajaritos y otros bichos. Nuestros humanos no tienen ni idea de lo que realmente son y esconden esos "setos", con lo cual nosotros nos metemos por los diversos pasadizos que hemos hecho y allí... Nop, no puedo desvelar lo que allí se cuece. Cabe la remota posibilidad de que alguno de esos humanos inconscientes lea esto y ni por todas las deliciosas chuches del universo deben saberlo. Además, sería una traición a mi Perripandi. No, no y no.

La Patrulla Perruna (o Perripandi) es la mejor perripandi de todas las perripandis de todos los parques del mundo mundial. Por ahora somos siete, seis hembras y un macho, el amigo gay según su propia humana...

(Esteee... ¿Qué será eso de gay? Misterio misterioso...)

Más o menos nos llevamos todos bien, unos son más brutos que otros, otros ladramos más que otros. Teniendo en cuenta que nos movemos en una franja de edades entre el año y los cinco meses, ¿qué se puede esperar de tanto cachorro junto? En fin, todos diferentes, toda una manada. Y nuestros humanos... A estos los dejamos por ahora, que merecen una entrada aparte para ellos solos... ¡Qué personajes Santo Padre Perro!

Una pandilla de traviesos siempre tramando travesuras nuevas. Este de abajo fue uno de nuestros últimos juegos.

Lástima que no aparecen todos los miembros de la Perripandi. Aún así creo que merece la pena dejar constancia aquí en mi rincón de la red. Igualmente, la Perripandi tiene mucho que contar, y cuando no están unos están otros, así que antes o después, acabarán dejándose ver.

¡Disfruten del espectáculo!

Hale, a correr!