lunes, 18 de enero de 2016

El día que descubrí...

Un ruido raro llamaba poderosamente mi atención. ¿Qué trufas era eso? Intrigadísima empecé a investigar por ahí a ver si lograba averiguar qué cosa hacía ese ruido. Al pasar por la cocina lo oí más cerca. Entré. No veía nada que pareciera sonar de ese modo, pero estaba ahí. Lo oía. Entonces vi algo rarísimo.
Aquí un pequeño paréntesis para algunas explicaciones. Mis humanos tienen algunas (bueno, muchas) cosas extrañas. Y la cocina está repleta de ellas.

Como decía, mis ojos captaron algo muy raro, algo que daba vueltas y vueltas y vueltas y vueltas... Y mis oídos identificaron el ruido. Por alguna razón me quedé extasiada viendo aquel espectáculo...

Mi humana estaba allí, con cara divertida, mirándome y apuntándome nuevamente con ese pequeño y extraño cacharro blanco...


Más tarde me enteré de que esa cosa se llama "lavadora".

Hale, a correr!



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